CORONACIÓN DE CARLOMAGNO (800)

 

 

Después de estos acontecimientos, el día de la festividad del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, se reunieron todos de nuevo en la susodicha basílica de San Pedro apóstol. Entonces el venerable y benévolo prelado le coronó con sus propias manos con una magnífica corona. Entonces todos los fieles, viendo la protección tan grande y el amor que tenía a la Santa Iglesia Romana y a su vicario, unánimemente gritaron en alta voz, con el beneplácito de Dios y del bienaventurado San Pedro, portero del Reino Celestial: ¡A Carlomagno, piadoso augusto, por Dios coronado, grande y pacífico emperador, vida y victoria! Ante la sagrada confesión del bienaventurado San Pedro apóstol, invocando la protección de todos los santos, por tres veces fue pronunciado este grito, y fue proclamado por todos emperador de los romanos. Inmediatamente después el santísimo prelado y pontífice ungió con los santos óleos al rey Carlos, su excelentísimo hijo, en el día ya señalado de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo.

 

 

Et tunc venerabilis et almificus presul manibus suis propiis pretiosissima corona coronavit eum. Tunc universi fideles Romani videntes tanta defensione et dilectione quam erga sanctam Romanam ecclesiam et eius vicarium habuit, unanimiter altisona voce, Dei nutu atque beati Petri clavigeri regni caelorum, exclamaverunt: "Karolo, piisimo Augusto, a Deo coronato, magno et pacifico imperatore, vita et victoria!" Ante sacram confessionem beati Petri apostoli, plures sanctos invocantes, ter dictum est, et ab omnibus constitutus est Imperator Romanorum. Ilico sanctissimus antistes et pontifex unxit oleo sancto Karolo, excellentissimo filio eius, rege, in ipse die Natalis Iesu Christi.

 

Liber Pontificalis, XCVIII, 23-24, en: Artola, M., Textos Fundamentales para la Historia, Alianza, 10ª Ed., 1992 (1968), Madrid, p. 49. Texto latino en: Ed. L. Duchesne, Paris, 1892, t. II, p. 7, cit. en: Calmette, J., Textes et Documents d'Histoire, II, Moyen Age, P.U.F., 1953 (1937), Paris, p. 34.