SAN NICOLÁS I: DE LA INMUNIDAD E INDEPENDENCIA DE LA IGLESIA

 

 

El juez no será juzgado ni por el Augusto, ni por todo el clero, ni por los reyes, ni por el pueblo... La primera Sede no será juzgada por nadie...

...¿Dónde habéis leído que los emperadores antecesores vuestros intervinieran en las reuniones sinodiales, si no es acaso en aquellas que se trató de la fe, que es universal, que es común a todos, que atañe no sólo a los clérigos, sino también a los laicos y absolutamente a todos los cristianos?...

....A vosotros, empero, os rogamos, no causéis perjuicio alguno a la Iglesia de Dios, pues ella ningún perjuicio infiere a vuestro Imperio, antes bien ruega a la Eterna Divinidad por la estabilidad del mismo y con constante devoción suplica por vuestra incolumidad y perpetua salud. No usurpéis lo que es suyo; no le arrebatéis lo que a ella le ha sido encomendado, sabiendo, claro está, que tan alejado debe estar de las cosas sagradas un administrador de las cosas mundanas, como de inmiscuirse en los negocios seculares cualquiera que está en el catálogo de los clérigos o los que profesan la milicia de Dios. En fin, de todo punto ignoramos cómo aquellos a quienes sólo se les ha permitido estar al frente de las cosas humanas, y no de las divinas, osan juzgar de aquellos por quienes se administran las divinas. Sucedió antes del advenimiento de Cristo que algunos típicamente fueron a la vez reyes y sacerdotes... y como, imitándolo el diablo en sus miembros, como quien trata siempre de vindicar para sí con el espíritu tiránico lo que al culto divino conviene, los emperadores romanos se llamaron también pontífices máximos. Mas cuando se llegó al que es verdaderamente Rey o Pontífice, ya ni el emperador arrebató para sí los derechos del pontificado, ni el pontífice usurpó el nombre de emperador...

 

De la Epistola VIII Propusueramus Quidem, al Emperador Miguel del año 856, en: Denzinger, E., El Magisterio de la Iglesia, Herder, 1963, Barcelona, pp. 121-123, cit. en: Antoine, C., Martínez, H., Stambuk, M., Yáñez, R., Relaciones entre la Iglesia y el Estado desde el Nuevo Testamento hasta el tratado De La Monarquía de Dante, Memoria Inédita, Academia Superior de Ciencias Pedagógicas, 1985, Santiago, p. 328.